Lienzo...

Empiezo imaginando la figura, me adapto al tamaño de mi lienzo, pienso en los colores, las formas y los contrastes. Dejo que los sentimientos guien mi lápiz, si me equivoco hago correcciones; agrego los detalles, a veces duele hacerlo.
Borro los trazos hasta dejar una marca leve, casi invisible.
Escojo los colores, imagino las mezclas, selecciono los pinceles y vierto diferentes niveles de agua.
Con mis emociones y dolor del corazón dejo correr el color; se crean texturas, luces, tonos. Lleno las figuras con trazos firmes. Pienso en los detalles, los propongo, los plasmo sobre el personaje de mi pintura, encuentro espacios para agregar mas, lo hago sin arrepentimiento. Lo he terminado.
Veo un fondo triste, inherte, pienso en darle vida sin lastimar a las figuras. Comienzo a hacer mas lineas, les regalo colores, gota a gota se llena de alegría la imagen que salió de mi alma.

He terminado... No quiero volver a ver lo que he creado.


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