Observando.

Ya hace algun tiempo que no me sentaba a ver a las personas, a observarlas a imaginar que entiendo lo que estan sintiendo, viviendo o lo que estan diciendo.
Es muy interesante sentarse solo a observar a la gente. Puedes ver que sonrien, comentan, luego se ponen serias, luego sonrien de nuevo. Hay casos en los que se entristecen, luego rien, luego lloran, luego sueltan una carcajada.
Si cada persona es un mundo, entonces socializando hacemos que los mundos se aproximen e intercambien culturas, poblaciones, tecnologias e inclusive ecosistemas.
Somos seres totalmente sociales, si no interactuamos con otros entonces nos sentimos vacíos.
Es muy interesante observar a la gente, y mas interesante aun es contagiarse con los sentimientos que transmiten, aunque uno sea participe de ese circulo social.
A veces quiero imaginar que soy parte de todos los grupos, y que todos me conocen y los conozco. Me quiero imaginar que pertenezco a todos y a ninguno a la vez.
Saben que quisiera mas?...
Poder comenzar a formar mi propio grupo, pero sería muy selectivo. Porque? porque un corazón rotito y medio descompuesto, se necesita arreglar primero. Me da miedo que deje de funcionar. Y no quiero en mi grupo a alguien que arriesgue a romperlo para siempre.

Saludos de alguien que tiene a diosito a su lado, muchos amigos, mucha familia pero se siente solito. Los quiero mucho.

Comments (1)

On 08 marzo, 2008 00:56 , anissa dijo...

hola omar!! espero que te encuentres muy bien! quiero darte las gracias por el comentario que me dejaste en el blog, pero sobre todo quiero darte las gracias por tu confianza. Gracias por abrir tu corazón y por escuchar todo lo que escupí ese día, espero que te haya servido de algo nuestra conversación. Creeme que ya te considero un amigo y que espero sinceramente que encuentres toda la fortaleza que necesitas y todo el coraje para dejar lo que tienes que dejar atrás. Se que tu post, en mucho se refiere a mí porque sé que nuestra conversación saliendo del grupo de oración estuvo ungida por Dios, porque si no, no entiendo porque reí, lloré, me quedaba seria, me volvía a reír... no fui yo quien te pedía que te amaras a tí mismo, sino Jesús y sabes que? ahí la llevas. Sigue siempre adelante porque Dios está contigo.